El futuro de la agricultura en el Mercosur: escenarios a diez años
Se ha publicado el 1er Outlook del Mercosur que surge del esfuerzo conjunto entre CGIAR, IFPRI, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y Embrapa, en el que han participado en su elaboración profesionales de las instituciones y otras, como Grupo CEO.
El trabajo logrado constituye un aporte significativo al análisis prospectivo de las cadenas agroalimentarias de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay (ABPU).
El estudio no persigue fines predictivos. Se apoya en la construcción de un escenario de referencia (baseline) que proyecta tendencias bajo el supuesto de ceteris paribus, es decir, considerando que no se registran modificaciones en las políticas, en el contexto internacional ni en los patrones de demanda. Sin embargo, no se limita a este ejercicio cuantitativo: también examina los principales desafíos que enfrenta la región, entre ellos la necesidad de adaptación al cambio climático, la incorporación de innovaciones tecnológicas, la mejora de la infraestructura y la logística, y el fortalecimiento institucional para sostener la competitividad y la sostenibilidad del sector agroalimentario en el Mercosur.

Los resultados del análisis indican que, bajo un escenario de continuidad de las condiciones actuales, la producción agrícola del Mercosur podría incrementarse alrededor de un 26% en la próxima década, acompañada por un aumento de las exportaciones desde 281 hasta 355 millones de toneladas. Este desempeño reforzaría la posición del bloque como actor central en la provisión de alimentos a escala global.
En términos nacionales, Brasil lideraría la expansión con aumentos cercanos al 30%, seguido por Paraguay y Uruguay, mientras que Argentina presentaría un crecimiento relativamente más moderado. En la dimensión productiva, el maíz aparece como el cultivo de mayor dinamismo, al tiempo que la soja conserva su lugar como producto emblemático del bloque.
El escenario baseline no se limita a cuantificar posibles trayectorias; también se concibe como una herramienta de análisis que permite reconocer oportunidades, riesgos y brechas estructurales. Su aporte radica en ofrecer un marco de referencia útil para el diseño de políticas públicas, estrategias empresariales y procesos de innovación orientados a fortalecer la competitividad y la sostenibilidad del sistema agroalimentario regional.

En este sentido, el estudio identifica un conjunto de desafíos comunes al Mercosur. Entre ellos destacan la necesidad de adaptación frente al cambio climático, la incorporación de tecnologías digitales y biotecnológicas, y la reducción de brechas en infraestructura logística que aún limitan la integración plena a los mercados internacionales. A ello se suman las crecientes demandas de trazabilidad y certificaciones ambientales, que obligan a compatibilizar competitividad con sostenibilidad.
Asimismo, se remarca la importancia de fortalecer la institucionalidad y la previsibilidad regulatoria, en un contexto donde la volatilidad macroeconómica y los cambios en los marcos normativos inciden directamente sobre las decisiones de inversión y comercio. En conjunto, estas conclusiones subrayan que el baseline constituye un punto de partida: ofrece una mirada de continuidad, pero al mismo tiempo pone de relieve los ámbitos donde la región deberá actuar para transformar potencial en desarrollo sostenible de largo plazo.
Los invitamos a leer el documento completo AQUI.
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